Aunque cada profesión y empresa tienen sus propios protocolos de vestimenta, lo más importante para proyectar una imagen profesional es considerar la actividad que realizas y el rango laboral de las personas con las que interactúas.
Para ti, abogado, ejecutivo o dueño de tu propia empresa que tienen relación con socios, clientes o inversionistas; recomiendo que tu imagen sea coherente con la identidad corporativa de tu empresa. Trajes, pantalones de vestir y blazers de colores sobrios como azul marino, gris y negro reflejan formalidad y autoridad. Zapatos formales, limpios y bien cuidados, son una obligación.
Si eres ingeniero, o arquitecto, y estás mucho tiempo de pie o realizas trabajos de campo como visitas a obras o construcciones; te sugiero prendas versátiles que faciliten tu movilidad. Con camisas de algodón (que puedan arremangarse si lo necesitas), jeans que no estén rotos ni deslavados, y botas urbanas, podrás lucir siempre profesional sin perder el confort.
En cambio, cuando trabajas como programador, contador, diseñador gráfico o social media manager, por ejemplo, pasas horas sentado; te propongo ropa cómoda como camisas de algodón fresco y pantalones tipo chino. Los derbies casuales son ideales con esta combinación. Un buen tip es siempre tener un blazer en color neutro en la oficina por si surge una reunión imprevista.
